Rekishi no Haru Yamashita
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Rekishi no Haru Yamashita
Historia de Haru Yamashita.
La familia Ymashita, era una de las más poderosas hasta hace cuatro años, luego de que casi todos los integrantes de esta murieran.
Rayen Yamashita, mi padre, Tarumi Yamashita, mi madre, Siren Yamashita, mi hermano mayor y Haku Yamashita, mi hermano gemelo.
Mi padre siempre estaba ocupado trabajando o enseñándole a mi hermano mayor a usar la Auroquinesis y mi madre casi nunca estaba en la mansión.
Haku y yo fuimos cuidados por nuestros sirvientes desde que nacimos. Con él podíamos hablar mentalmente, porque nuestra Auroquinesis era especial, estábamos conectados.
Nuestras habilidades eran diferentes, él poseía la Crioquinesis y la Aeroquinesis y yo la Electroquinesis y la Hidroquinesis.
Normalmente, jugábamos en el jardín de la mansión, bajo la vigilancia de Iris, nuestra nana. Seiren cada vez que podía nos visitaba, pero casi nunca lo hacía, su tiempo era muy limitado.
Cuando cumplimos cinco años, Haku y yo notamos que algo había cambiado en nosotros, ahora podíamos persivir diferentes colores alrededor de las personas e influíamos en los sentimientos de estas. Nuestro padre menciono que teníamos la Auroquinesis más desarrollada que ninguna otra.
Durante las tormenta eléctricas, Haku me pedía que hiciera que los rayos cambiaran de color. Yo puedo volver los rayos de color rojo.
Con Haku siempre tuve un vinculo especial, él era la única persona que me conocía realmente, y yo era la única persona que lo conocía realmente.
Cuando nacimos, Haku y yo teníamos el cabello negro y los ojos verdes, pero eso cambio la noche del 20 de Octubre.
Ese era nuestro cumpleaños número nueve. Recuerdo perfectamente todo. El salón principal estaba lleno de de globos y guirnaldas de papeles de colores brillantes. Haku llevaba un traje negro y yo un vestido del mismo color, solo que tenía detalles en blanco, íbamos tomados de la mano.
Esa noche hacía mucha frío, mucho frío.
Una ventana del piso superior se rompió, mi padre fue a revisar, pero era muy tarde, la luz se fue, Haku me llevo hasta el sótano y nos escondimos ahí.
Aún puedo escuchar los gritos por las noches, la desesperación de mi madre, el dolor de mi hermano mayor. Por más que tapara mis oídos podía seguir escuchándolos.
Haku salió, me dejo sola en el sótano, me pidió que me quedara ahí, que él volvería.
Yo esperé por mucho tiempo, tal ves por horas. Cuando salí de mi escondite, subí hasta el salón principal para encontrarme con una escena que jamás podré olvidar.
Todos estaban en el piso, con cortes por todo sus cuerpos. Mire a Haku, que estaba en un rincón. En ese momento, algo se quebró dentro de mi corazón. Sentía la fuerza correr libremente por mi cuerpo, provocando un rayo de color escarlata.
Desde ese momento, mis ojos tomaron ese color escarlata y mi cabello se volvió blanco.
Fui a ver el cuerpo de Haku y tome su cadena, sacando el dije poseía y lo puse en mi cadena.
Yo había perdido lo más importante para mí, lo más importante que nunca más tendré, porque no se puede traer a las personas de regreso una vez que mueren, por mucho que dese, los limites de cualquier poder no pueden traspasar la muerte.
Yo lo intente muchas veces, pero nunca pude, por eso mis muñecas tienen un pentagrama color negro.
Pero yo vengaré la muerte de mi hermano, lo haré y podré al fin descansar...
La familia Ymashita, era una de las más poderosas hasta hace cuatro años, luego de que casi todos los integrantes de esta murieran.
Rayen Yamashita, mi padre, Tarumi Yamashita, mi madre, Siren Yamashita, mi hermano mayor y Haku Yamashita, mi hermano gemelo.
Mi padre siempre estaba ocupado trabajando o enseñándole a mi hermano mayor a usar la Auroquinesis y mi madre casi nunca estaba en la mansión.
Haku y yo fuimos cuidados por nuestros sirvientes desde que nacimos. Con él podíamos hablar mentalmente, porque nuestra Auroquinesis era especial, estábamos conectados.
Nuestras habilidades eran diferentes, él poseía la Crioquinesis y la Aeroquinesis y yo la Electroquinesis y la Hidroquinesis.
Normalmente, jugábamos en el jardín de la mansión, bajo la vigilancia de Iris, nuestra nana. Seiren cada vez que podía nos visitaba, pero casi nunca lo hacía, su tiempo era muy limitado.
Cuando cumplimos cinco años, Haku y yo notamos que algo había cambiado en nosotros, ahora podíamos persivir diferentes colores alrededor de las personas e influíamos en los sentimientos de estas. Nuestro padre menciono que teníamos la Auroquinesis más desarrollada que ninguna otra.
Durante las tormenta eléctricas, Haku me pedía que hiciera que los rayos cambiaran de color. Yo puedo volver los rayos de color rojo.
Con Haku siempre tuve un vinculo especial, él era la única persona que me conocía realmente, y yo era la única persona que lo conocía realmente.
Cuando nacimos, Haku y yo teníamos el cabello negro y los ojos verdes, pero eso cambio la noche del 20 de Octubre.
Ese era nuestro cumpleaños número nueve. Recuerdo perfectamente todo. El salón principal estaba lleno de de globos y guirnaldas de papeles de colores brillantes. Haku llevaba un traje negro y yo un vestido del mismo color, solo que tenía detalles en blanco, íbamos tomados de la mano.
Esa noche hacía mucha frío, mucho frío.
Una ventana del piso superior se rompió, mi padre fue a revisar, pero era muy tarde, la luz se fue, Haku me llevo hasta el sótano y nos escondimos ahí.
Aún puedo escuchar los gritos por las noches, la desesperación de mi madre, el dolor de mi hermano mayor. Por más que tapara mis oídos podía seguir escuchándolos.
Haku salió, me dejo sola en el sótano, me pidió que me quedara ahí, que él volvería.
Yo esperé por mucho tiempo, tal ves por horas. Cuando salí de mi escondite, subí hasta el salón principal para encontrarme con una escena que jamás podré olvidar.
Todos estaban en el piso, con cortes por todo sus cuerpos. Mire a Haku, que estaba en un rincón. En ese momento, algo se quebró dentro de mi corazón. Sentía la fuerza correr libremente por mi cuerpo, provocando un rayo de color escarlata.
Desde ese momento, mis ojos tomaron ese color escarlata y mi cabello se volvió blanco.
Fui a ver el cuerpo de Haku y tome su cadena, sacando el dije poseía y lo puse en mi cadena.
Yo había perdido lo más importante para mí, lo más importante que nunca más tendré, porque no se puede traer a las personas de regreso una vez que mueren, por mucho que dese, los limites de cualquier poder no pueden traspasar la muerte.
Yo lo intente muchas veces, pero nunca pude, por eso mis muñecas tienen un pentagrama color negro.
Pero yo vengaré la muerte de mi hermano, lo haré y podré al fin descansar...
Haru Yamashita- ViceKaichou
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